Siempre hago alusión a esta gran declaración del reconocidísimo fotógrafo Seteve Mc Curry (el que retrató a la niña afgana de ojos verdes, tapa del National Geographic), quien ama la India igual que yo, y a donde ha viajado más de 85 veces: “India es una lección diaria de humanidad”.
Y me hago eco de esta frase, porque realmente es así. India es una “rompedora de certezas” y desde ese nuevo lugar es una lección a cada paso. Es la escuela de observar las contradicciones armoniosas. El caos organizado. El orden ruidoso y silencioso a la vez. Que conviven en paz a toda hora.
En una actualidad en donde solemos buscar el orden, la funcionalidad, la limpieza, la inmediatez, este país nos vuelve a conectar con esa parte caótica que sigue existiendo dentro del ser humano pero que tratamos de ocultar, organizar, emprolijar y mostrar perfecto. India te lo cachetea con palma dulce, más que en cualquier otro país del mundo, conectándote con lo real dentro tuyo. Y así te enfrenta con tus máscaras y disfraces, en un pellizco y caricia a la vez. Como en el reto de una madre que sabe que ese pucherito no es real.
India entonces, me obligó a sacarme el antifaz.
Me llevó por el sendero en donde vi todo lo que tenía y no valoraba hasta el momento.
Fue como en un caleidoscopio, en donde cada paso fue una lección sobre los infinitos recursos que tenía y no veía hasta el momento.
Me conectó con la perfección de mis defectos.
Pude ver y pude soltar muchas de las máscaras a las que estaba aferrada, por miedo a mostrarme vulnerable e imperfecta.
Pude volver a ser Cristina.
Por eso vuelvo cada año. Y te aliento a que lo vivamos juntas. Y te quiero invitar a la próxima charla informativa que daré sobre el viaje de Octubre 2017 que ya lanzamos. Anotate: mariana@actitudtini.com
Namaste
Cristina “TINI” de Bucourt.