Hola mis querid@s amig@s,
Hoy no voy a hablar de metáforas o reflexiones hacia ustedes, sino contarles, cómo estoy yo, y cual es el momento de mi vida que me lleva a escribir estas líneas.
Hoy quiero decir, que con casi 69 años, me di cuenta que la vida me ofrece una vez más, la oportunidad de ir más profundo, y de estar en pleno contacto con mi ser interior, confiando plenamente en mi misma en este camino.
Siento que el desafío actual es animarme finalmente a soltar en su totalidad mi «tabla de salvación», aquel «disfraz» que me acompañó desde mis 13 años, para pasar a una etapa de profunda sintonía con mi búsqueda espiritual, con una conexión con el otro desde un lugar diferente… poder VERLOS, que puedan VERME, de verdad.
Si bien esta tabla de salvación fue muy importante en una gran etapa de mi vida, hoy ya no forma parte de mi evolución… La India tuvo mucho que ver con el comienzo y hoy, me siento en total coherencia con un despoje definitivo de aquella etapa.
Me ayudó mucho la gran confianza de entrar en mi misma y trabajar desde el silencio, comprendiendo y confiando que eso se llama proceso, un proceso hacia una liberación.
Me ayudó muchísimo, también, el hincarme profundamente en la pintura. Si bien ese «amante» (la pintura) fue en algún momento un coqueteo para mi, hoy la siento una herramienta de autoconocimiento MUY importante, y el puntapié para plasmar este proceso.
Este cambio que hoy me abro a contarles, está acompañado en la decisión de modificar mi contacto con ustedes, las mujeres. Queriendo que mis talleres tomen un camino de mayor profundidad, espiritualidad, reflexión… Ya que siento que si no nos damos este regalo de autoconocimiento, de «darnos cuenta», nos estaremos perdiendo un gran regalo, una gran riqueza que nos da la vida.
Por eso, me entusiasma poder trabajar desde este lindo cambio, una nueva manera de impartir mis talleres, desde un lado de reflexión, desde las almas, para poder sober todo, darnos cuenta de tantos miedos que no nos dejan vivir plenamente.
Por último, quiero agradecer a ustedes, mujeres, a todas ellas que participaron en mis talleres, porque de cada una yo aprendo muchísimo… Y los talleres se profundizan cada vez más, tornándose coherentes con un (no casual) cambio personal.
NAMASTÉ, TINI.