«Señor, da a cada uno su propia muerte, el morir que brota de su vida, para que tenga amor, sentido y urgencia. Porque somos nosotros la corteza y la hoja. La gran muerte que cada uno lleva en si, es el fruto en torno al cual gira todo. Porque lo que hace extraño y dificil el morir es que no es «nuestra muerte», una muerte que nos arrebata al fin, porque no hemos madurado muerte ninguna en nosotros, por eso viene una tormenta, para despojarnos de todo.»
«La gran muerte que cada uno lleva en si, es el fruto en torno al cual gira todo».
SILENCIOS
La muerte siempre al lado.
Escucho su decir.
Sólo me oigo.
—
Alejandra Pizanik
De Los trabajos y las noches (Sudamericana, Buenos Aires, 1965)
Cristo me propuso morir en el ,la vida me regalo un renacimiento y como el bambu, luego de 7 años una maravillosa individualidad nacio¡¡¡,Monica