El Teatro York está listo, Tini de Bucourt también. “Mujeres Felices, Belleza sin tiempo”, su último libro que inspira a las mujeres a desarrollar su potencial individual, será el tema de la charla.
El edificio, de estilo colonial, recuerda a los pequeños cines de barrio en los que se proyectaban los estrenos, cuando Netflix, youtube o el DVD eran ideas de la ciencia ficción. La fila de mujeres abrazan al teatrino inaugurado en 1904, todas están impacientes por ingresar. El lobby principal las recibe con una reliquia, la máquina cinematográfica Gaumont que se usaba en los inicios, cuando ir al cine requería traje y corbata. Sobre el marco de la gran sala, una placa de bronce indica el homenaje a Juan Carlos Altavista, “Minguito” vecino de la zona.
Al ingresar a la platea, ya se escuchan las conversaciones de “ellas” las protagonistas del momento. Las edades son distintas, las hay jóvenes, medianas y maduras, todas con expectativas de escuchar la fórmula mágica que las empodere.
Desde el fondo, de negro de pies a cabeza aparece Tini. Su actitud es relajada pero segura. Su andar se asemeja a una gacela africana, solo que con tintes sajones y locales. Es la primera mujer argentina de una familia de inmigrantes. Desde su adolescencia, sus días estuvieron dedicados a mostrar su belleza natural a partir del cuerpo, por su profesión de modelo. Sin embargo, el punto de inflexión, que cambiaría su visión de la belleza fueron los siete años que pasó en la India. Allí en un país tan extraño, cambió su manera de mirarse y mirar a los demás. Mujeres Felices, es el fruto de ese recorrido personal y ese aprendizaje.
Una gran pantalla de LED, aparece en medio del escenario. La charla comienza. Las imágenes de distintas mujeres proyectadas intentan traducir lo que para Tini es la singularidad de cada una. Entender que la magia de lo oculto y el poder de la presencia son mucho más que una imagen perfecta.
El escenario sólo tiene almohadones en el piso, una gran alfombra de lana color magenta y una mesita de arrime con flores y agua. Las luces del ambiente dan intimidad a la escena. Las asistentes escuchan atentas los consejos de la gran maestra del estilo y elegancia.
Las palabras quedan suspendidas en el aire: actitud, genuino, transparencia y auténtico. La verdadera belleza es atemporal y se basa en ser únicas e irrepetibles. Los recursos internos de cada mujer toman protagonismo como motor fundamental para el despliegue de la verdadera belleza.
El tono de Tini es pausado y cálido, a sus 64 años no ha perdido la frescura y la vitalidad de la modelo que fue en los 70 y 80. Su sonrisa es contagiosa.
De los parlantes se escucha la voz de Meryl Streep en la película Mamma Mía, toda la platea salta de la butaca y se dispone a bailar al ritmo de la música. La feminidad de esas mujeres se exterioriza como una gema que reluce, sin importar su edad, condición social o aspecto físico. El escenario es una fiesta.
La modelo ahora devenida en especialista en actitud y empoderamiento femenino las provoca a soltar y aceptar lo que cada una tiene para ofrecer.
De eso se trata “Mujeres Felices”, de transmitir una aventura de transformación en primera persona, desde el interior al exterior.
Las luces se encienden y las preguntas se disparan. Buscar lo genuino en cada mujer, derribar las barreras de la mirada externa, olvidar la imposición de la belleza. “Este libro es para todas las mujeres del mundo que quieran por fin sacar la luz de su verdadera belleza. Brillar por lo que son y no por lo que tienen”, dice y da fin a la conferencia.
Por Vanesa Ivanoff