Cuando te pido que me escuches y tú comienzas
a darme consejos, no haces lo que te pedí.
Cuando te pido que me escuches y tú comienzas
a decirme por que no debo sentirme así,
estás pisoteando mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches y tú sientes
que debes hacer algo para solucionar mis problemas,
me has fallado.
Quizá sea por eso que algunas personas
recurren a la oración. Porque Dios es mudo
y no da consejos ni trata de arreglar las cosas.
Tan solo escucha y confía en que
tú las arreglarás por tí mismo.
Entonces, por favor, solo escucha y oyeme.
Y si tu quieres hablar, espera unos minutos
que llegue tu turno
y te prometo que te escuchare.
AUTOR ANÓNIMO
Créditos de las fotografías: Creative Commons Att.
Por runran y
Maravillosooooo,me encanto!!!
GRACIAS…