¿Ancianidad Sabia o vieja quejosa?

Hola amig@s!

Hoy quisiera retomar una reflexión que hicimos el año pasado. Acerca del concepto de «vejez» versus «ancianidad».

Cuando hablamos de algo “viejo” en seguida lo que se piensa es que ya está deteriorado, que ya no sirve, decadente, andrajoso.

Sin embargo, si pensamos en la ancianidad, lo primero que nos viene a la mente es la contemplación, es el conocimiento… Entonces, la pregunta es: ¿Qué queremos para nosotros?

¿“Ponernos viejos quejosos” o “volvernos ancianos sabios”?

Pero ojo… que la sabiduría dista mucho de volvernos dictadores de conocimiento o aleccionadores.

La sabiduría está justamente asociada a tener el CORAJE de animarte a cambiar creencias, es tener suficiente seguridad interior para lograrlo, erradicar prejuicios, construir estructuras flexibles, salirte de los conceptos rígidos para abrir la mente hacia una verdadera ancianidad sabia…

Y no necesariamente es forzarte a pensar distinto, sino a darle lugar a la reflexión antes que a la imposición. A la escucha antes que a la soberbia, al silencio, al sabio silencio… antes que las palabras compradas que, a veces, distan mucho de una correcta investigación.

Animarte a tomar acción e incluso reírte y tomar con humor tus estructuras puede ser un gran paso.

Sé que da miedo, mucho miedo, salir de conceptos tan arraigados para abrir paso a evaluar qué sucede desde las distintas perspectivas. Aquello que siempre pensamos que era de tal forma, tal vez estábamos comprando una campana y no conocíamos que sucedía del otro lado. Aquellas personas que juzgamos de tal forma, tal vez su vida no era como nosotros pensábamos… Y así sucesivamente.

Recurrir a la historia, abrir la mente a informarnos, a hacernos de nuevos conceptos, escuchar y saber transmitir de forma serena. Amigarnos con la sabiduría, y alejarnos de la queja, del enojo, de la soberbia, de la crítica.

Una frase de Eugenie Marlitt dice:

  “La ANCIANIDAD levanta la máscara con que la gracia de la juventud cubre nuestros defectos, de modo que aquel que no quiera parecer feo cuando llegue a viejo es preciso que se apresure a ser bueno.”

Yo te propongo hacerte del coraje de aprender a ser una anciana sabia. Estemos orgullosos de esta etapa, y honremos la sabiduría como merece ser honrada, con alegría y serenidad.

Tini.

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